Era un tipo metódico y alternativo. En vez de hacer una lista con las cosas a recordar, hacía una con las que tenía que olvidar.

Nos desvestimos y desarmamos despacio, como un niño tratando de entender cómo funciona un juguete. Luego de mil caricias, el momento de armarnos nuevamente y notar con estupor que nos sobraban piezas. “No importa” dijimos. “Esto nos hace más simples”

Cuando se creó la máquina del tiempo se le dieron muchos usos. Para criar a sus hijos, las personas prefirieron mudarse al siglo XX que ir a vivir a los suburbios.

"Toda obra que valga la pena guardar ha sido creada por inteligencia artificial" me dijo el humanoide enseñándome la vasta biblioteca que contenía todas las obras pasadas y futuras. Con obstinación escribí un humilde y efímero relato sobre esta biblioteca imposible.

La vida en la calle es dura pero tiene sus momentos mágicos. Mi amor está terminando su novela y yo la leo extasiada, aunque solo tenga un bolígrafo que no funciona, un papel cubierto de manchas y ninguno de los dos sepa leer ni escribir. !Pasamos tan bien juntos!

Al volcarse café en la cama encontró que la mancha tenía la figura de una mujer con cierto encanto. De inmediato se puso a la búsqueda de otras manchas hasta encontrar la de un hombre enigmático. Tenía alguna duda, pero finalmente decidió presentarlas entre ellas

El niño recorría el zoológico con su abuelo, protestando porque nunca había visto un elefante salvaje y su sueño era ir de safari. "¿Tú te preocupas por eso? ¿Sabes cuantos humanos libres he conocido? Los podría contar con los dedos de mi mano" replicó su abuelo

Año 3022. Su enamorado es un verdadero hacker. Más de una vez ha prolongado el espectáculo del atardecer para disfrutarlo juntos.

El purgatorio sería pasar una eternidad con cada persona que había conocido. Eso sí. No podría pronunciar palabra, esta vez tendría que escuchar todo lo que tuvieran para decirle

El niño que jugaba mejor a la escondida en todo el barrio tenía un truco: nunca le anunciaba al resto su participación en el juego